La pintura de Alberto Lezaca en los últimos años ha estado dedicada a representar esculturas e instalaciones que, sin haber sido llevadas a cabo, reconocemos como de su autoría. A su vez, sus esculturas e instalaciones, sin haber sido ejecutadas, nos resultan familiares a través de su pintura. Existe en su práctica un continuo proceso de proyección, en el sentido arquitectónico de imaginar lo que puede ser a través de la representación y una constante oscilación entre la pintura y la escultura. Del ejercicio continuo de imaginarse un medio a través de otro, resulta la compenetración de ambas técnicas, la exploración del medio y la producción artística. Tomado del catálogo ArtBo 2018, Proyectos individuales “Los pensamientos se vuelven cosas”, bajo la curaduría de Emiliano Valdés.
Campo de operaciones.
2018